Hoy os hablaremos de una de las referencias, en cuánto a monumentos de Girona. Éste no es otro que El Pont de Ferro. Este puente que cruza el río Onyar desde la calle Santa Clara hasta llegar a la Rambla de la Llibertat, ha recibido distintos nombres a lo largo de la historia.
El Pont de les Peixateries Velles hace referencia a que en éste lugar y durante muchos siglos estaban las pescaderías de la ciudad. También se ha nombrado el Pont de les Palanques Vermelles, haciendo referencia a un pequeño puente de este color anterior al actual.
El puente actual fue construido por la empresa Eiffel et Cie de París, constructores de la famosa Torre Eiffel, basado en dos proyectos prácticamente iguales: uno de 1862 del ingeniero Bergué, y otro de 1876 de Almeda. En febrero de 1877, finalizada la construcción de hierro, se entregó al representante de la compañía francesa, Agustín Fregneau, la cantidad pactada de 22.500 pesetas. A partir de esta construcción inicial, en 1906 se hizo un nuevo pavimento. En 1920 un repaso general y pruebas de resistencia, y en 1923 nuevas obras. Después de la sustitución de las maderas del suelo hecha en la década de los 90, en 2008 se llevaron a cabo importantes obras de restauración.
Hoy en día, podemos ver éste magnífico puente, el cual vale la pena ir a visitar y cruzar. Ya que las vistas del río Onyar, de las casas que se pueden ver en la orilla del río y del casco antiguo en general, no tienen precio.
El Pont de les Peixateries Velles hace referencia a que en éste lugar y durante muchos siglos estaban las pescaderías de la ciudad. También se ha nombrado el Pont de les Palanques Vermelles, haciendo referencia a un pequeño puente de este color anterior al actual.
El puente actual fue construido por la empresa Eiffel et Cie de París, constructores de la famosa Torre Eiffel, basado en dos proyectos prácticamente iguales: uno de 1862 del ingeniero Bergué, y otro de 1876 de Almeda. En febrero de 1877, finalizada la construcción de hierro, se entregó al representante de la compañía francesa, Agustín Fregneau, la cantidad pactada de 22.500 pesetas. A partir de esta construcción inicial, en 1906 se hizo un nuevo pavimento. En 1920 un repaso general y pruebas de resistencia, y en 1923 nuevas obras. Después de la sustitución de las maderas del suelo hecha en la década de los 90, en 2008 se llevaron a cabo importantes obras de restauración.
Hoy en día, podemos ver éste magnífico puente, el cual vale la pena ir a visitar y cruzar. Ya que las vistas del río Onyar, de las casas que se pueden ver en la orilla del río y del casco antiguo en general, no tienen precio.
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