La iglesia de Sant Fèlix, es uno de los monumentos más bellos de Girona. Destaca porque es presente en la mayoría de imágenes de la ciudad.
Fue construida en el siglo XII y se finalizó su construcción en el siglo XVII, en honor a Sant Fèlix el mártir. Eso significa que fue construida antes que la Catedral, pero Sant Fèlix no es tan popular. La mayor parte del edificio es de estilo románico, y fue completada más tarde con las cubiertas y las naves, que son de estilo gótico. La fachada, es de estilo barroco.
El principal atractivo de esta iglesia es el sepulcro gótico de Sant Narcís, que fue nombrado en 1387, protector y patrón de la ciudad de Girona. Este sepulcro se encontró junto con ocho sarcófagos romanos y paleo-cristianos en los siglos III y IV, cuando se construyó el edificio. Tanto el sepulcro como los sarcófagos los podemos encontrar en el interior de la iglesia.