El Call Jueu de Girona fue desde el punto de vista cultural, una de las más importantes comunidades judías de occidente, actualmente es el Call mejor conservado de Europa. Call, procede del hebreo kahal (קהל), es la palabra utilizada para denominar los diversos barrios judíos. Un documento del año 888 ya menciona la presencia de unas 25 familias de religión mosaica en la ciudad. El Call de Girona se empezó a formar a partir del siglo XII, concretamente en la calle de la Força, cuando se instalaron familias judías que antes vivían en los alrededores de la Catedral. Llegaron a vivir una media de 800 personas.
La figura judía más relevante fue el médico, poeta, filósofo y exégeta Mossé ben Nahman, más conocido como Bonastruc ça Porta. De la escuela de la cábala de Girona salió el primer grupo de cabalistes de la península ibérica hasta la primera mitad del siglo XIII. Gracias al apoyo de la embajada de Israel se rehabilitó parte del Call donde funciona el Centro Bonastruc ça Porta - Instituto de Estudios Nahmánides.
Desde entonces, hasta el momento de la expulsión, más de medio milenio dejó necesariamente trazas históricas. A los judíos no les era permitido utilizar figuras humanas o animales en sus representaciones artísticas, por lo tanto queda muy poco material de su estancia: un par de docenas de lápidas, la importante colección epigráfica y determinados restos en las edificaciones que ocuparon.
En el momento de la expulsión, en verano del 1492, empezaron los derrumbes de las vallas exteriores, puertas, ventanas e incluso los callejones, por haber comprado los edificios de los judíos, los ciudadanos cristianos, generalmente clérigos, por su vecindad con el Call.
Actualmente el Call, se puede visitar por los aledaños de la calle de la Força. Es un bonito lugar para perderse en un viaje a través del tiempo.